Los vehículos usados pueden ser una alternativa económica para quienes necesitan un auto, pero como con cualquier otro producto, los consumidores deben estar alerta a algunos peligros que pueden no ser obvios a simple vista.

5) Falta de algunas funciones de seguridad

Por ejemplo, algunos vehículos de construcción más vieja, pueden carecer de control de estabilidad electrónica o ESC por sus siglas en inglés.  Esta es una función que permite a los carros más pesados a estabilizarse y evita que se vuelquen.  Sin embargo, carros fabricados antes del 2002 pueden no tener esta función, convirtiéndolos en un peligro.

4) Fallas de “Recall”  

Los dealers de carros usados desafortunadamente no tienen manera de saber si un carro ha ido a dar seguimiento a los recalls que pueda haber tenido.  Esto podría ser insignificante en el caso de que el recall sea un plástico suelto en el portavasos, pero podría ser mortal en el caso de un recall de una bolsa de aire en caso de un accidente.

3) Oxidación o “moho” no visible

Todos somos expertos a la hora de hacer una inspección visual a lo “pintura y capota,” pero cuando vayas a comprar un vehículo, si posible, lleva un experto que se tome la molestia de buscar oxidación en los lugares menos comunes.

2) Hongo

Así como puede crecer en el hogar, el hongo puede crecer igualmente en el auto.  Esto no es necesariamente culpa del dueño anterior, o de nadie, pero puede esconderse fácilmente en muchos lugares en el auto: debajo de los asientos, en el tapizado, en las alfombras.  Puede causar daños a tu salud y hasta convertir el auto en uno imposible de vender sin reemplazar los asientos.

1.) Piezas de contrabando

El mercado de autos usados puede ser uno muy competitivo, y los dueños de un auto, por la prisa de vender, podrían tratar de reparar el mismo con piezas que no son originales, o que son de segunda mano.  Si tienes acceso a un mecánico de confianza, pide que revise el auto con detenimiento y te dé su opinión experta.