Este verano, y las altas temperaturas nos piden playa, pero lo que nos pide el cuerpo no es necesariamente lo mejor para nuestro carro.  El agua salada nos encanta, pero el salitre es un mineral blanco, que se encuentra naturalmente en la sal. Está presente en las playas y uno de sus principales daños es que favorece la corrosión de los materiales. Tanto, que no sólo destruye parte de la carrocería, sino que también puede deteriorar el interior del vehículo, incluyendo los elementos metálicos e incluso el motor.

¡Pero no tienes que cancelar los planes de playa!  Si sigues estos consejos, puedes minimizar los daños a tu carro sin alterar tus vacaciones.

  • Cuando vayas a la playa, lávalo regularmente,  idealmente con agua y jabón, así como una esponja y productos específicos para el vehículo y evita hacerlo durante las horas de más calor.
  • Cuando laves tu carro, no olvides limpiar las gomas y los aros donde mayor sucio se acumula, y donde igualmente se acumula el salitre del que hablamos.
  • El salitre viaja con el viento y se pega en cualquier parte del auto, por lo que un elemento de gran ayuda es utilizar un desengrasante o “degreaser”, ya que ayuda a ablandar la sal y así eliminarla más fácilmente.
  • También es importante que laves la parte inferior de tu carro, ya que muchas de sus piezas interiores pueden comenzar a oxidarse por el salitre. Utiliza, con mucho cuidado, una manguera a presión.
  • Por último, utiliza cera para la carrocería y lubricante para protegerlo. Si utilizas cera líquida, te resultará más fácil de retirar que la de pasta y de paso, ayudas a cuidar la carrocería. Si vives en una zona costera, te recomendamos aplicar lubricante de grafito cada cuatro meses y pasarle cera una vez al mes.