Aunque creas que escoger el color de tu auto es cuestión de gusto, hay quien dice que tu selección dice mucho más de ti de lo que imaginas.

El portal littlethings.com reunió las posiciones de las expertas en color, Marcie Cooperman y Sally Augustine para preparar una lista de lo que el color de cada auto dice de sus propietarios. Cooperman es profesora de teoría de color en Parsons The New School for Design, en la ciudad de Nueva York, y Augustine es psicóloga ambiental.

A continuación, enumeramos algunas de sus observaciones.  ¿Alguna se parece a ti?

Rojo:  Extrovertido, divertido, impulsivo.  Representa a una persona ambiciosa que quiere sacarle el máximo a la vida.  Es el alma de la fiesta, a veces un poco exhibicionista.

Gris:  Digno, tradicional, proyecta seguridad y madurez.  Representa el color de la precaución, de quien está dispuesto al compromiso.

Plateado:  Práctico, innovador…una persona con buen sentido para los negocios y de buen gusto.  Sabe que el color neutral disimula el sucio, ya que no tiene tiempo para desperdiciar en limpiar el auto.  Llegó a donde quería llegar y no tiene problema en demostrarlo.

Azul: Optimista, estable, honesto, sereno y empático.  Le gusta ser reconocido por su sabiduría y seguridad en sí mismo.  Introspectivo y sensitivo.  Es un color que escogen muchas madres para su auto familiar.

Verde:  Seguro de sí mismo, no le importa lo que piensen los demás.  No le importa estar a la moda.  Le gusta la naturaleza.  Es gentil y paciente, pero a veces la gente se aprovecha.

Marrón o crema:  Honesto, económico, a veces con la tendencia de meter la pata.  Su auto es para moverse de punto A hasta punto B, quiere que le dure, no que luzca.  Tendrá el auto hasta que deje de correr.

Amarillo u oro:  Colores que proyectan felicidad. Si su auto es de cualquiera de estos dos colores, no tiene preocupación en la vida, es un ser feliz.  Es joven, ya sea de edad o de sentimientos.  No le asustan las cosas fuertes.

Anaranjado:  Color que demuestra que se está cómodo con ser práctico con su dinero.  No tiene problema con que la gente les mire (y con ese color ¡¡lo van a hacer!!) Es individualista. El anaranjado es uno de los colores menos comprados, pero a quien lo escoge no le importa.

Negro:  Lujo y sofisticación.  El carro negro es el equivalente a un hombre en etiqueta o a una mujer en su “little black dress”.  Señorial, el color del poder, quien lo usa es importante y siempre está en control.

Blanco:  Pureza, elegancia, buscando siempre la perfección pero en una vida sencilla.  Quien lo elige, proyecta juventud, frescura, es moderno y tiene buen gusto.

¿Reconoces algunas de estas descripciones?  Y tu carro, ¿de qué color es?