9:22 p.m., servicarro de la farmacia – Llevo como 10 minutos esperando por que me entreguen una receta, así que me pareció un excelente momento para escribir. Aparte de que Ernesto salió muerto de la práctica y se quedó dormido.

No sé cómo han estado. Yo tengo que confesarles que estoy encantada con mi guagua nueva. ¡Ahhhh, y los carros nuevos huelen tan rico! Eso sí, tengo un leve problemita que va por el asunto este del olor.

No le he comprado forros, aunque los tengo presente porque Ernesto es bastante descuidado, y ya estoy preocupada por el potencial olor que puedan adquirir los asientos, entre el sudor del chico y el mío cuando salgo del “cross fit”.

En mi carro anterior, cargaba con cuanto perfume existe y como quiera apestaba. Claro, que ningún perfume se arregla al delicioso olor del carro nuevo, pero nada, estoy en medio de esa indecisión existencial.

Estoy segura de que no quiero malos olores en el carro, por lo menos, durante los próximos tres años, pero no sé qué exactamente puedo hacerlo para resolverlo. ¿Alguna sugerencia? Será bienvenida.