Los otros días me topé con un meme que me hizo la mañana. Preguntaba sobre la veracidad de los conductores del asiento posterior, y la contestación era sencilla. FALSO: No existen, por eso es que hay guía y pedales solo en la parte anterior del carro.
A todos nos pasa, siempre tenemos ese familiar a quien ofrecemos (o acordamos) darle pon de aquí a allá. La mayor parte de las veces, inocentemente comienza con una sugerencia, “oye, yo usualmente cojo por la central.” Otras, es un poquito más directa “hazme caso y coje por donde yo te digo.” La realidad es que en cualquier otra área de tu vida, una sugerencia no suena tanto como una ley seca y una ofensa personal. Tu carro es un área tan personal, tu dominio particular, tu reino, que nada ni nadie puede venir a dar órdenes, desde cambiarte tu estación de radio favorita hasta decirte cómo conducir y qué ruta tomar. ¿Nos saca de tiempo no? Pero al parecer, la ira no es infundada y me di a la tarea de buscar cuántos se sienten como yo. En medio de mi búsqueda, me encuentro con un artículo británico que ofrece cifras interesantes. Cuando buscan las principales razones para distracciones en el auto, los números no mienten*:
- 31% otros pasajeros
- 27% estar cambiando música mientras se conduce
- 20% estar comiendo y bebiendo en el vehículo
- 51% conductores del asiento posterior
Entonces, ¿cuál es la solución? Sé sincera. Diles que aunque su consejo es apreciado, puede ser una distracción mientras conduces. Sé amable y ofrécele la opción de conducir, como medio para solucionar el problema. Antes de arrancar con un conductor de asiento trasero, ármate de paciencia, planifica tu ruta, pon la música en el carro y ocúpalos con alguna tarea. Piensa que la travesía es temporera y las relaciones son a largo plazo. Ahora yo, que voy de camino a recoger a mi mamá…. trataré de aplicarme el cuento.
*Fuente: Back seat drivers cause seven accidents near misses, chances you're guilty.