Ay amigos de La Milla Xtra, no sé si ustedes están en las mismas, pero como que la llegada del mes de mayo llega con su propio puñado de retos.  El año escolar está en la recta final (se acercan los exámenes finales, fin de clases, principio de verano, exceso de ocio), pero igualmente, uno parece estar más tiempo en la calle de lo usual.
No sé si es que uno anda apagando fuegos, buscando materiales para todos esos proyectos de fin de curso, o es que ya estamos anticipando la necesidad imperante de buscar un campamento antes de que los hijos empiecen a trepar paredes y andamos de una feria de campamentos a la próxima, pero me siento que vivo en el carro, que el baúl del carro empieza a parecer un gran closet dónde se acumulan los materiales de cuanto proyecto existente,  y que cada vez son menos los “intermedios” que me permiten sacar mi bolígrafo para ponerme a escribir.  ¡Pero que no cunda el pánico! Que este desahogo es justo y necesario para mantener la cordura.  Tranquilos, que ya algo se me ocurre, y mientras tanto, sigo corriendo, escribiendo, y tratando de dar “la milla xtra”.